De mayores

Ayer fuimos al lago después de la escuela, capturamos unas lagartijas que acabaron sin cola, hicimos una guerra contra los de la calle de abajo y después estuvimos jugando durante horas al escondite. Volviendo a casa, mi amigo Carlos rompió una farola con el tirachinas y aprovechando la oscuridad le di un beso a Susana. Ella me devolvió un guantazo que aún me quemaba cuando me metí en la cama, pero no importa, porque hemos jurado que nos casaremos de mayores.
Esta mañana, al pasar por el parque, un par de niños me han gritado, se han acercado corriendo y cogidos de mi mano me han pedido que les lleve a casa. Una mujer madura nos estaba esperando en la puerta, ha puesto un beso en mis labios y se ha llevado a los niños al baño. Al principio me he quedado extrañado en la entrada, pero después me he dejado llevar hasta la cocina, y como si lo hubiese estado haciendo durante 20 años, he preparado la cena y he puesto una lavadora. Cuando los niños se han quedado dormidos, ella ya estaba esperando la cama. Me he desnudado y hemos hecho el amor con ternura, como lo harían dos personas mayores. Abrazados uno al otro, hemos dejado que pasarán veinte años más.

This entry was posted on sábado, abril 01, 2006. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.