Las muertas por anorexia
dejarán de pesar para siempre,
velarán cadáveres transparentes
en pisos patera, junto a un centenar
de inmigrantes e indigentes
que también se mueren de hambre.
Un cura pederasta les dará
la extremaunción desde un televisor,
esa caja de luces a medio camino
entre el burdel y la Iglesia.
Después sepultarán sus raspas
en ataúdes con hipoteca,
porque la multinacional que los fabrica
cobra a precio de oro los modelos
que se salen del estándar.
En este mundo,
se paga con la vida
salirse de la media.
Archive for febrero 2007
Mal momento
Barceloneta
Por la playa pasea un galgo,
una pareja toma el sol
y pan y galletas,
como en una comida frugal
de Picasso.
El mar está calmado,
pero las olas suenan más en invierno,
quizás porque hay menos orejas
para escucharlo.
Un camión fabrica un dique a lo lejos,
una niña construye un fuerte a mi lado.
Los críos juegan a pillar
con las lenguas del mar,
y al fondo,
fino como el horizonte,
se pierde el galgo.
De paseo
Ruido, conversaciones, gafas
orejas grandes en cabezas chicas,
pelo teñido, recogido,
malpeinado, canoso.
Ojeras por fuera y penas por dentro,
luces de Navidad sobre un estanco
del que sale
un candidato a enfermo de cáncer.
Se abren las puertas, pero
nadie sube, nadie baja,
los mismos bultos
en este autobús hacia el centro
de ninguna parte.