Reciclable

Tengo el corazón reciclable.
Lo puedes utilizar de abrelatas
cuando te canses de él,
o de piedra rompecristales.
Tengo una mano del tamaño
de tus pechos
que puede servir
de concha de los jabones.
Incluso las pestañas,
largas como alambres,
te pueden dar buen uso
para forzar la cerradura
si pierdes la llave del tocador.
Se me ocurren cien formas
de utilizarme,
pero sólo cuando te canses.

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One Response to “Reciclable”

Anónimo dijo...

Ya no tengo complejos,
me volví estudiante
y hasta perdí lo que menos tengo.

Aprendí a leer lo que aparece
en mi pantalla luminosa.
Si son las mismas historias,
igual y más me apetecen.

Si ya no escribo es porque lo que aprendo no lo recuerdo.
Lo que no pienso es lo que no leo.

Espero todos los días que atienda
usted mi silencioso pedimento.
Que renueve sus ideas
para que yo ya no recicle pensamientos.

Felicitaciones David, seguimos en la espera de un nuevo sentir.