El destino

Pegué un escupitajo al aire y le calló en el pelo, entonces me pareció motivo suficiente para asegurar que algún día seríamos novios.
Unos años más tarde, le di un beso furtivo y su mano saltó sobre mi cara como una trampa de liebres. Me quería, eso estaba claro, pero ¿cuando pensaba decírmelo?
Cuando el cura nos dio la bendición, me entregó un anillo con las iniciales T.Q. grabadas en el interior. Faltaban unas cuantas letras pero íbamos por buen camino.
Ayer, antes de cerrar los ojos para siempre, se mojó los dedos con saliva y me peinó la calva con ternura. Y por fin reconoció que me había querido toda la vida.

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3 Responses to “El destino”

david dijo...

El más bonito. El más sencillo. Eso creo.

Anónimo dijo...

Es, sin duda, el que más me ha gustado... siempre. A una amigo escritor, ser lo mostré y me respondió "que odio hace que estcriba tan bien". beso

Anónimo dijo...

Mi preferido, mucho bonito